La refrigeración industrial es intensiva en consumo energético, pero las nuevas tecnologías permiten reducir costos y reducir el impacto ambiental.
Claves para optimizar el consumo:
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Compresores de velocidad variable y sistemas CO₂ / NH₃: reducen consumo y mejoran rendimiento
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Gestión energética y enfriamiento sostenible: uso de sistemas EMS e integración de energías renovables genera ahorros y cumple con estándares ambientales
Ventajas cuantificables:
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Ahorros de hasta 2/3 del consumo frente a sistemas antiguos
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Reducción de subsidios energéticos nacionales y menor huella de carbono
Implementación en Argentina:
Reemplazo progresivo de sistemas, uso de refrigerantes naturales y certificación bajo normas locales.
Conclusión:
La eficiencia energética no solo reduce costos: es una estrategia competitiva, sostenible y con impacto positivo para el sector y el medioambiente.